El pasado domingo 20 de octubre celebramos en
Campano el XXI Encuentro Diocesano de Grupos de Oración. Un año más acudimos a
esta cita en la que nos encontramos personas llegadas de todos los puntos de
nuestra diócesis y pertenecientes a los distintos movimientos y grupos de
oración.
Comenzamos la jornada con el rezo de laudes en los
jardines del complejo educativo, este momento estuvo organizado por los
movimientos carismáticos que nos acompañaron con sus cantos alegres y en el que
participaron los más jóvenes. El tiempo era esplendido y acompañaba con un sol
que contribuyó a realizar esta celebración en el exterior. En este primer
momento nos acompañó nuestro obispo D. Rafael, que tuvo unas palabras para
todos los asistentes, nos dijo: “Cuento con vosotros”; y nos animó a seguir con
nuestra labor de llevar la oración a todos los que aún no la conocen.
Después marchamos en procesión al interior del salón
Bertemati, donde nos esperaba una preciosa ambientación que habían preparado
los integrantes del grupo Velad y Orad, que marcharon allí el día anterior para
dejarlo todo a punto.
Un icono de María, un cuadro de Jesús orante que nos
acompaña en todos nuestros encuentros, una lámpara de barro encendida junto al
lugar que después ocupó la custodia con Jesús sacramentado, y la música suave
que invitaba al recogimiento y a entrar en el clima de oración e intimidad con
el Señor.
Este segundo momento constó de dos partes; la
primera llevada por el sacerdote, guía espiritual del Secretariado de Oración,
Lázaro Albar Marín. Versó sobre un ejercicio de la Lectio Divina con el texto que fue también el lema de este encuentro:
“lámpara es tu palabra para mis pasos” (Salmo 118). Con la profundidad y
riqueza a la que nos tiene acostumbrados, Lázaro nos hizo entrar en profundidad
en estas bellas palabras de la escritura, haciéndolas nuestras y llevándolas a
la vida.
A
continuación se realizó un segundo ejercicio de Lectio Divina, esta vez dirigido por miembros del Secretariado sobre
el texto: “Te aseguro que, si uno no nace de agua y de Espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios” (Jn 3,5)
Todo esto fue acompañado por el coro de Santa María
del Saladillo de Algeciras, que supo entrar entre los distintos pasos de que
consta la lectio, y nos ayudó a vivir con más intensidad, si cabe, estas
enseñanzas.
Cerramos la mañana con la adoración de Jesucristo
sacramentado expuesto en la custodia que nos había acompañado, y la bendición,
momentos vividos con una gran espiritualidad por parte de todos los asistentes.
Después nos fuimos a los soportales del patio a
compartir la comida, tiempo que aprovechamos para saludarnos, charlar e
intercambiar experiencias.
Por la tarde el vicario de pastoral, Fernando
Campos, nos explicó en qué va a consistir el proyecto de la nueva
evangelización y cómo se va a desarrollar en nuestra diócesis. Nos animaba a
participar en la escuela de evangelizadores que se inicia a partir de este mes
allí mismo, en Campano.
Terminamos esta jornada con la oración por
excelencia: la Eucaristía, presidida por el vicario al que acompañaba el padre
Lázaro.
Las lecturas de este día nos animaban a continuar
con nuestra labor de trabajar en favor de extender la oración por todos los
rincones, sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer. También tuvimos
presente la fiesta que toda la Iglesia celebra en este día: el Domund.
Los cantos, de nuevo a cargo del coro del Saladillo,
contribuyeron a que viviéramos una eucaristía alegre y participativa que puso
punto y final a una jornada repleta de vivencias y enseñanzas que guardaremos
en nuestros corazones y que van a ser difíciles de olvidar.
Desde el Secretariado damos las gracias a todos
aquellos que habéis asistido y a los que habéis hecho posible este día, y os emplazamos
a que nos acompañéis en otros actos que ya os iremos dando a conocer.
Un cordial saludo en Cristo, que es el que nos une.
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